Sucede que en el transcurso de la noche,
desaparecio tu sombre de la carretera.
Y ese hamôr que perturbado había guardado,
volvíó a ser aquel amor que se consume
en el alma de una vela.
Te has desprendido de la noche,
y aún así eres musa y portadora de estrellas.
Pero ya no me iluminas y son acaso
mis huellas las únicas que te esperan.
He dejado de hamarte pero te amo,
he dejado de seguirte pero te espero.
He comenzado ha olvidarte pero
en está noche sola,
aún por tí me desvelo.
Yoseff Carducci